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Desarrollo Infantil y vínculos afectivos

Actualizado: 18 ago 2020

Al comienzo de la vida, tanto padres como hijos se enfrentan a una singular experiencia que promueve cambios continuos y experiencias que irán construyendo una madurez en cada uno acorde a su etapa de vida en particular. Los bebés en su primera etapa de vida se enfrentan a una experiencia de vida en la que dependerán casi en su totalidad del cuidado de sus padres; en tanto que los padres, se enfrentan en este mismo momento a una experiencia maravillosa y comprometedora al sentirse participes y responsables de que todo camine acorde a lo que el hijo necesita, los padres tendrán que adaptarse a las necesidades de los bebés y os bebés, por su parte, se irán adaptando gradualmente al nuevo entorno que les arropará fuera del vientre materno.


Es aquí donde los vínculos afectivos tendrán su especial participación puesto que, a medida que el bebé se siente arropado y protegido por los brazos tanto de la madre como del padre, estos se verán favorecidos y motivados para ir formando la familia que en sueños o ideales quieren llegar a ser, es decir, que a medida que los estilos de crianza sean cada vez más positivos, más adecuado será el desarrollo integral del hijo, a medida que los estilos de crianza sean más negativos, el desarrollo integral del niño será más comprometedor, presentando mayores factores de riesgo par la presencia de un retraso del desarrollo en éstas primeras etapas de vida.


A medida que vamos conociendo las necesidades de nuestros hijos en su primera infancia, nos permite a nosotros como padres descubrir las capacidades que tenemos para cubrir nuestras propias necesidades de responsabilidad, respeto, cariño, comunicación y sobre todo amor. Las necesidades de nuestros hijos no solo en encuentran enmarcadas en las necesidades básicas como pueden ser de comida, vestimenta, techo... sino que también e igual de importantes, las necesidades de cariño, confianza, seguridad, juego, afecto y sobre todo amor. es por ello que, a medida que avanzamos en nuestro proceso de vinculación emocional con nuestros hijos, tanto padres como hijos van cubriendo sus necesidades, tanto materiales como emocionales que favorecen el desarrollo integral de ambos como individuos, pero a su vez, también de una familia integral en construcción.

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Psic. Gonzalo Rivera.

 
 
 

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